viernes, 5 de noviembre de 2010
Conflicto
Después de una agotadora travesía por interminables cordones montañosos, los buines llegaron a su destino. Al observar a su alrededor encontrado una hacienda, llamada Hacienda Sangrar, a poca distancia. Decidieron ocuparla, para así sortear el viento, la nieve y el frío. El nombre de la hacienda iba a resultar profético para lo que ocurriría. Esta era de propiedad del peruano don Norberto Vento, que al enterarse que las tropas chilenas lo habían ocupado, se las ingenió para que el Brujo de los Andes, como llamaban a Andrés Cáceres, mandara a oficiales peruanos con sus montoneras a eliminar a los intrusos.
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